jueves, 27 de noviembre de 2008

Britney Spears | Circus

La vida de Britney Spears queda cada vez más distante a medida que pasa el tiempo. Atrás quedaron los problemas con la custodia de sus hijos, las drogas, el alcohol y las salidas con Paris Hilton. Ahora Spears se dedica a grabar discos, que es su trabajo, y ya está. "Blackout" no fue el súper comeback que todo el mundo esperaba, pues fue más bien el super bluf: no vendió lo que merecía y además su promoción fue casi nula. Se ha convertido en el disco oscuro de Spears, en un álbum de culto hiper-producido que resultó ser el mejor disco de la estadounidense: permitió separar los términos de innovación y originalidad. No hacía nada nuevo, es puro pop mainstream, electrónico y salvaje, pero las canciones sonaban tan frescas, tenían unos estribillos tan buenos... en fin, el disco no pasará a la historia pero se sale de bueno.


Esto ya no ocurre con Circus. Si en su anterior entrega Britney Spears no hacía otra cosa sino gemir y, en alguna ocasión, cantar, y se dejaba más llevar por los ritmos electrónicos de Bloodshy&Avant y Danja que por arrojar un poco de luz a toda esa opacidad producida por unas melodías extravagantemente producidas, ahora se atreve a enseñarle al mundo que no tiene una voz perfecta, pero tampoco canta como si le estuvieran amenazando con una pistola en la cabeza. Ya no puede interpretar como en su época de oro, pero su registro vocal es reconocible, incluso cuando arrastra aireadamente su voz como lo hacía en "Sugarfall" o "Perfect Lover".




Circus en principio presenta algunos problemas: ninguna de estas canciones tiene madera de clásico. "Womanizer" es como si fuera "Me Against The Music", un buen videoclip, una buena estrofa y un buen estribillo que son pegadizos y recordables hasta que te das cuenta de que lo estás empezando a quemar, y quieras o no, acabas cansándote. Y el resto de hits cuestan al principio: "Circus" termina siendo un absoluto temazo, una buena elección como segundo single, mientras que antes sonaba insípida y sin gracia. "If You Seek Amy" es la explosión máxima de lo que puede dar de si un hit: estribillo aplastante y mensaje subliminal. Toma ya. Por otro lado, la que probablemente sea tercer single, "Out From Under", es la balada perfecta que le faltaba a la señora Spears para lavar su imagen de guarra. Es un éxito asegurado. Es una canción de pop simple, bonita y algo ñoña.



La otra balada del álbum, "My Baby", escrita por ella misma (¡oh!) es un tema dedicado a sus hijos. Lo mejor es el final: la voz de Britney recuerda monumentalmente a su etapa con Oops... I Did It Again, sobre todo en su cierre "Dear Diary" o en "Girl In The Mirror". Yo ya ni me acordaba de que Britney Spears cantaba así. La ridiculez se traduce a "Mmm Papi": es graciosa y divertida, el estribillo invita a bailar y a cantar. ¿Pero el título? Por favor... seguro que la tituló el mismo que escribió "Ooh Ooh Baby". Una de las mejores canciones del disco es "Lace and Leather", suena a pop fresco y simplón, ideal para una noche de neón. A mí me trae recuerdos del "Billie Jean" de Michael Jackson: una base sincopada, rítmicamente adictiva, acompañada de un pegajoso bajo. ¿Y lo mejor del álbum? Tenía que sonar forzosamente a Blackout, y se llama "Kill The Lights". Tiene cambios de ritmos, nosecuántos estribillos, una letra con cierto toque de humor y una producción exquisita. Pop futurístico donde Spears entona de nuevo a los paparazzis, como hizo en su exitoso "Piece Of Me". Recuerda a su anterior trabajo, también, porque la voz está tratada a más no poder, pero con eso la canción gana en fuerza.




¿Y lo peor? El disgusto de "Mannequin", por varias razones: 1) no pega ni con cola porque parece un b side de Blackout pero llevado al extremo: la voz de Britney Spears casi ni se oye. 2) Encima en los primeros segundos del tema parece que vaya a cantar "In the day, in the night, say it right, say it all", ¡el ritmo es exacto al tema de Nelly Furtado! Y otro de los defectos del disco es la inclusión del tema "Radar", perteneciente a su anterior disco. Es una de mis canciones favoritas de Spears y a pesar de que entiendo perfectamente por qué esa canción forma parte del listado de Circus -está claro que es una estrategia para que suban las ventas de Blackout- podrían haber colocado en su lugar la canción "Amnesia", que es pura felicidad, y como han dicho, una de las canciones más encantadoras que Britney ha hecho en años.


Por último, hablaré de dos temas que me encantan del disco. Son piezas down-tempo, tranquilas e hipnóticas. "Unusual You" tiene una producción fantástica, es raro que una canción de Spears suene así. Es una canción que conscientemente se queda en el intento de explotar. Los beats de fondo son los típicos que se escuchan en una canción dance cuando va a dar el despegue final, y eso es algo encantador, porque suena diferente a todo lo que Spears ha grabado hasta la fecha. Y por último, una reliquia, una joya: "Blur". Musicalmente no es nada que sorprenda, pues suena bastante a su "Why Should I Be Sad?", una producción R&B ensoñadora, con unas estrofas y estribillos que se quedan en el cerebro durante horas. "Blur" tiene dos puntazos a favor: la manera con la cual el productor decidió esconder la voz de Britney cuando dice "shit" y "fuck", porque parece que se engulle a ella misma. Esos momentos te transportan al vacío a los cuales están sometidos para después hacerte recobrar el sentido. El segundo punto es lo más significativo de esta canción: está dedicada a la resaca. "Can't remember what I did last night, everything is still a blur". Es la canción idónea para los días posteriores a una borrachera. En pocas palabras, una belleza.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Tarantino | Death Proof




Tarantino suele hacer obras maestras. Lo digo así tal cual porque su enorme creatividad y habilidad cinematográfica es tan equivalente a su abismal talento que ya casi ni sorprende. Pero sigue sorprendiendo. De entrada diré que esta película forma parte de la saga Grindhouse, que intenta evocar el espíritu casposo y grasiento de los largos de los años 50-60. Yo de Tarantino sólo he visto esto, ni siquiera puedo entrar en el saco del gran nombre de personas que se emocionan cada vez que ven las dos entregas de "Kill Bill" (película a la que se hace referencia en este mismo filme), pero igual estoy contento porque estas dos horas de película son tan gratificantemente retrospectivas como el debut de Krakovia (por poner un ejemplo).



Artístico fotograma de "Death Proof".


"Death Proof" no es sólo una película. Además, es un saboroso menú de crítica social en el que Tarantino no se ha podido quedar más a gusto. Uno de los mejores momentos de la película (dividida en dos "cortos", por decirlo de alguna manera. Ahora os hablo de la segunda mitad) se halla en la escena donde se encuentran cuatro amigas tomando algo en un bar típicamente americano, y empiezan a discutir sobre la maltradición estadounidense de llevar una pistola encima. Una de las chicas no está de acuerdo con otra de ellas, que siempre lleva un arma por si acaso, y le propone una pequeña serie de 'armas' que podría utilizar para substituir algo tan profundamente peligroso como una pistola. Una de las propuestas es una navaja, a lo que la armada responde:

- "¿Sabes qué les sucede a los que llevan una navaja encima? ... Que les pegan un tiro."


Esos segundos traducidos a frase merecen ser coronados de alguna forma, porque reflejan a la perfección lo que ocurre actualmente en América, y todo es cuestión de gustos, nada está escrito. Si quieres llevar una pistola, llévala, ¿alguien te lo impide? Si no te lo impide ni el propio Presidente... En fin, yo me posiciono en el lado contrario y no estoy a favor de las armas de fuego, pero no viene al caso.

Las primeras víctimas...


En total son ocho chicas las que se ven involucradas en los terribles crímenes misóginos del cruel e introspectivo protagonista. Recomiendo muchísimo esta película SÓLO porque está dividida en dos mitades, las cuales cada una tienen unos finales dignos de Oscar. Sobre todo el segundo. ¡IN CRE Í BLE!


Las segundas víctimas... ¿o no?












jueves, 13 de noviembre de 2008

Instantánea espontánea


Lo sé, debí arreglarme la camiseta, pero de la imagen ni me enteré así que... Hoy medio egolog en el Hospital Sant Pau, donde nos colamos un día por la noche a hacernos fotos como quien no quiere la cosa. En fin.

Hoy he descubierto a una nueva súper banda, espero la llamada de Paula en el concierto de Sigur Rós, y mañana tengo examen de de de de de de de de de de latín. Ah, y el martes Ting Tings, ¡woo-hoo!

Por cierto, chasco con el circo de la Spears.