La vida de Britney Spears queda cada vez más distante a medida que pasa el tiempo. Atrás quedaron los problemas con la custodia de sus hijos, las drogas, el alcohol y las salidas con Paris Hilton. Ahora Spears se dedica a grabar discos, que es su trabajo, y ya está. "Blackout" no fue el súper comeback que todo el mundo esperaba, pues fue más bien el super bluf: no vendió lo que merecía y además su promoción fue casi nula. Se ha convertido en el disco oscuro de Spears, en un álbum de culto hiper-producido que resultó ser el mejor disco de la estadounidense: permitió separar los términos de innovación y originalidad. No hacía nada nuevo, es puro pop mainstream, electrónico y salvaje, pero las canciones sonaban tan frescas, tenían unos estribillos tan buenos... en fin, el disco no pasará a la historia pero se sale de bueno.
Esto ya no ocurre con Circus. Si en su anterior entrega Britney Spears no hacía otra cosa sino gemir y, en alguna ocasión, cantar, y se dejaba más llevar por los ritmos electrónicos de Bloodshy&Avant y Danja que por arrojar un poco de luz a toda esa opacidad producida por unas melodías extravagantemente producidas, ahora se atreve a enseñarle al mundo que no tiene una voz perfecta, pero tampoco canta como si le estuvieran amenazando con una pistola en la cabeza. Ya no puede interpretar como en su época de oro, pero su registro vocal es reconocible, incluso cuando arrastra aireadamente su voz como lo hacía en "Sugarfall" o "Perfect Lover".
Circus en principio presenta algunos problemas: ninguna de estas canciones tiene madera de clásico. "Womanizer" es como si fuera "Me Against The Music", un buen videoclip, una buena estrofa y un buen estribillo que son pegadizos y recordables hasta que te das cuenta de que lo estás empezando a quemar, y quieras o no, acabas cansándote. Y el resto de hits cuestan al principio: "Circus" termina siendo un absoluto temazo, una buena elección como segundo single, mientras que antes sonaba insípida y sin gracia. "If You Seek Amy" es la explosión máxima de lo que puede dar de si un hit: estribillo aplastante y mensaje subliminal. Toma ya. Por otro lado, la que probablemente sea tercer single, "Out From Under", es la balada perfecta que le faltaba a la señora Spears para lavar su imagen de guarra. Es un éxito asegurado. Es una canción de pop simple, bonita y algo ñoña.
La otra balada del álbum, "My Baby", escrita por ella misma (¡oh!) es un tema dedicado a sus hijos. Lo mejor es el final: la voz de Britney recuerda monumentalmente a su etapa con Oops... I Did It Again, sobre todo en su cierre "Dear Diary" o en "Girl In The Mirror". Yo ya ni me acordaba de que Britney Spears cantaba así. La ridiculez se traduce a "Mmm Papi": es graciosa y divertida, el estribillo invita a bailar y a cantar. ¿Pero el título? Por favor... seguro que la tituló el mismo que escribió "Ooh Ooh Baby". Una de las mejores canciones del disco es "Lace and Leather", suena a pop fresco y simplón, ideal para una noche de neón. A mí me trae recuerdos del "Billie Jean" de Michael Jackson: una base sincopada, rítmicamente adictiva, acompañada de un pegajoso bajo. ¿Y lo mejor del álbum? Tenía que sonar forzosamente a Blackout, y se llama "Kill The Lights". Tiene cambios de ritmos, nosecuántos estribillos, una letra con cierto toque de humor y una producción exquisita. Pop futurístico donde Spears entona de nuevo a los paparazzis, como hizo en su exitoso "Piece Of Me". Recuerda a su anterior trabajo, también, porque la voz está tratada a más no poder, pero con eso la canción gana en fuerza.
¿Y lo peor? El disgusto de "Mannequin", por varias razones: 1) no pega ni con cola porque parece un b side de Blackout pero llevado al extremo: la voz de Britney Spears casi ni se oye. 2) Encima en los primeros segundos del tema parece que vaya a cantar "In the day, in the night, say it right, say it all", ¡el ritmo es exacto al tema de Nelly Furtado! Y otro de los defectos del disco es la inclusión del tema "Radar", perteneciente a su anterior disco. Es una de mis canciones favoritas de Spears y a pesar de que entiendo perfectamente por qué esa canción forma parte del listado de Circus -está claro que es una estrategia para que suban las ventas de Blackout- podrían haber colocado en su lugar la canción "Amnesia", que es pura felicidad, y como han dicho, una de las canciones más encantadoras que Britney ha hecho en años.
Por último, hablaré de dos temas que me encantan del disco. Son piezas down-tempo, tranquilas e hipnóticas. "Unusual You" tiene una producción fantástica, es raro que una canción de Spears suene así. Es una canción que conscientemente se queda en el intento de explotar. Los beats de fondo son los típicos que se escuchan en una canción dance cuando va a dar el despegue final, y eso es algo encantador, porque suena diferente a todo lo que Spears ha grabado hasta la fecha. Y por último, una reliquia, una joya: "Blur". Musicalmente no es nada que sorprenda, pues suena bastante a su "Why Should I Be Sad?", una producción R&B ensoñadora, con unas estrofas y estribillos que se quedan en el cerebro durante horas. "Blur" tiene dos puntazos a favor: la manera con la cual el productor decidió esconder la voz de Britney cuando dice "shit" y "fuck", porque parece que se engulle a ella misma. Esos momentos te transportan al vacío a los cuales están sometidos para después hacerte recobrar el sentido. El segundo punto es lo más significativo de esta canción: está dedicada a la resaca. "Can't remember what I did last night, everything is still a blur". Es la canción idónea para los días posteriores a una borrachera. En pocas palabras, una belleza.