sábado, 22 de noviembre de 2008

Tarantino | Death Proof




Tarantino suele hacer obras maestras. Lo digo así tal cual porque su enorme creatividad y habilidad cinematográfica es tan equivalente a su abismal talento que ya casi ni sorprende. Pero sigue sorprendiendo. De entrada diré que esta película forma parte de la saga Grindhouse, que intenta evocar el espíritu casposo y grasiento de los largos de los años 50-60. Yo de Tarantino sólo he visto esto, ni siquiera puedo entrar en el saco del gran nombre de personas que se emocionan cada vez que ven las dos entregas de "Kill Bill" (película a la que se hace referencia en este mismo filme), pero igual estoy contento porque estas dos horas de película son tan gratificantemente retrospectivas como el debut de Krakovia (por poner un ejemplo).



Artístico fotograma de "Death Proof".


"Death Proof" no es sólo una película. Además, es un saboroso menú de crítica social en el que Tarantino no se ha podido quedar más a gusto. Uno de los mejores momentos de la película (dividida en dos "cortos", por decirlo de alguna manera. Ahora os hablo de la segunda mitad) se halla en la escena donde se encuentran cuatro amigas tomando algo en un bar típicamente americano, y empiezan a discutir sobre la maltradición estadounidense de llevar una pistola encima. Una de las chicas no está de acuerdo con otra de ellas, que siempre lleva un arma por si acaso, y le propone una pequeña serie de 'armas' que podría utilizar para substituir algo tan profundamente peligroso como una pistola. Una de las propuestas es una navaja, a lo que la armada responde:

- "¿Sabes qué les sucede a los que llevan una navaja encima? ... Que les pegan un tiro."


Esos segundos traducidos a frase merecen ser coronados de alguna forma, porque reflejan a la perfección lo que ocurre actualmente en América, y todo es cuestión de gustos, nada está escrito. Si quieres llevar una pistola, llévala, ¿alguien te lo impide? Si no te lo impide ni el propio Presidente... En fin, yo me posiciono en el lado contrario y no estoy a favor de las armas de fuego, pero no viene al caso.

Las primeras víctimas...


En total son ocho chicas las que se ven involucradas en los terribles crímenes misóginos del cruel e introspectivo protagonista. Recomiendo muchísimo esta película SÓLO porque está dividida en dos mitades, las cuales cada una tienen unos finales dignos de Oscar. Sobre todo el segundo. ¡IN CRE Í BLE!


Las segundas víctimas... ¿o no?












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